Editorial

Editorial Nº 133: ¿Esto es lo que hay?

editorial133

¿Esto es lo que hay?

PDF compartir

Daniel Fermín Álvarez –  18 de noviembre de 2016

“La Revolución Bolivariana es la única capaz de garantizar la paz en Venezuela”. La frase es del diputado Diosdado Cabello, pero la idea ha estado en el centro del discurso oficialista desde los días de Hugo Chávez, y es replicada frecuentemente por el presidente Nicolás Maduro. Es un tercio apelación al orden, producto de la naturaleza militar y militarista del proyecto chavista, y dos tercios amenaza. Sin nosotros, el caos. El problema es que el caos nos gobierna, a pesar de -o a propósito de- las pretensiones oficiales.

La frase levanta de inmediato una inquietud: ¿Cuál paz? ¿La de los miles de muertos víctimas de la violencia criminal? ¿La de los colectivos armados? ¿La del lenguaje de odio? Esta idea/chantaje de la indispensabilidad del chavismo ha permeado a la acera contraria. En la oposición oficial, ante la crítica por el manejo del proceso de diálogo con el gobierno, las respuestas han asumido un tono agresivo, a la defensiva. “Hablen menos y hagan más”, replican unos dirigentes. “No es momento de atacar a los nuestros”, defienden los opinadores más alineados. Mientras, los venezolanos intentamos sobrevivir a la peor crisis de la historia contemporánea, con la moneda devaluada, compatriotas hurgando en la basura para poder comer, niños muriendo de desnutrición y los derechos humanos, civiles y políticos de la población coartados. ¿Esto es lo que hay? ¿Y el derecho a pataleo? ¿Y el reclamo legítimo de quienes no se sienten representados?…


Abrimos la edición con la Carta del Director. Benigno Alarcón escribe “El poder de la gente”, un escrito que analiza la dinámica del diálogo entre gobierno y oposición, y hace votos por la canalización del clamor popular por un cambio político.

Nos complace mucho estrenar nuevo espacio en nuestra sección Opinión y Análisis. Se trata de Mesa de Análisis, una tribuna compartida desde la cual destacados miembros de la Academia venezolana aportarán sus pareceres, desde distintas disciplinas, sobre la realidad nacional, en exclusiva para PolítiKa UCAB. El espacio lo inaugura la historiadora Margarita López Maya, con su “Cronología de los eventos que condujeron a la suspensión del RRP y la mesa de diálogo”. Un trabajo recomendado a todos nuestros lectores.

En Debate Ciudadano, Carlos Romero nos trae “La voz del pueblo debe hacerse sentir”, una invitación a la reivindicación de la participación en pro del reencuentro con la democracia, el Estado de Derecho y la Constitución.

En el Espacio Plural, José Gregorio Delgado presenta “La resonancia de las palabras”. Delgado comenta la Homilía-Eucaristía de Clausura de la Congregación General 36, del Padre Arturo Sosa, SJ, y realiza una reflexión personal y política sobre este documento del nuevo Prepósito General de la Compañía de Jesús.

Finalmente, presentamos el Reporte Especial N° 32 del Proyecto Integridad Electoral Venezuela.  En esta oportunidad, el boletín aborda el tema de la selección de rectores del Consejo Nacional Electoral.


La semana pasada insistimos en la importancia de que el liderazgo político asuma una postura democrática ante la crítica. Aún no conocíamos el contenido de los últimos acuerdos del diálogo, que hicieron llover más críticas, de nuevo, algunas justas, otras no tanto, sobre las partes, en especial sobre la oposición. La reacción fue cerrar filas en torno a la dirigencia. “Nosotros o la nada”, es un mensaje que suena demasiado parecido al que sale de las filas rojas.

Los venezolanos tenemos el legítimo derecho a quejarnos, a estar inconformes, a querer algo mejor. Eso aplica a nuestra economía, a nuestros servicios públicos, a nuestro gobierno y sí, también a nuestra oposición. Esto es especialmente cierto en estos tiempos de aguda crisis. Lo peor que puede suceder, cuando existe también una crisis de representación política en todo el mundo, es que el liderazgo se ensimisme, se cierre al reclamo ciudadano y termine representando, no a la gente, sino a agendas particulares desconectadas del sentir popular.

Esto no es nuevo. Lo vemos en la gestión: la polarización ha hecho que interpelar a funcionarios electos sea “inconveniente” si se pertenece a su misma tendencia política. Florecen explicaciones convertidas en excusas y viceversa: no hay presupuesto, eso no le toca a él, no seas injusto. Lo que no florece es la cualidad responsiva que todo gobierno debe tener ante el público que, en democracia, es el soberano.

Los venezolanos merecemos más que el “esto es lo que hay”, que el “bueno, hazlo tú”, que el mandato a callar. La unidad es esencial para lograr el cambio, pero esa unidad debe construirse con la gente, no bajarse como línea inconsulta. Nuestra inconformidad es el combustible del cambio. Del cambio no sólo de caras sino de una manera de hacer política y de llevar las riendas de lo público que han sumido a Venezuela en este desastre. El liderazgo político debe tomar en cuenta que la urgencia de la situación exige mayor respuesta, una que sea transparente, humilde, pedagógica, y que obedezca al anhelo popular que reclama cambio y no cohabitación, agudización y no enfriamiento. El “esto es lo que hay”, sostenido por la polarización, tiene sus límites. Rebasarlos puede abrir la puerta a una nueva configuración de lo político, a oportunidades para que actores distintos asuman la batuta del reclamo popular, pero también, en estos momentos críticos, sienta las bases para la consolidación del statu quo y, con ella, las del agravamiento de una crisis que golpea inclementemente y sin descanso a todos los venezolanos.

1 respuesta »

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s