El Gobierno de Gustavo Petro y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se reunieron para conversar sobre el proceso Paz Total y valorar la posibilidad de iniciarlo próximamente. En la reunión estuvieron presentes observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de Noruega.

El Alto Comisionado para la paz, Iván Rueda, fue el representante gubernamental que mantuvo diálogos con los miembros de las FARC, Calarcá Córdoba, Ermes Tovar y Erikca Castro; el delegado noruego Dag Nagoda, y el de la ONU, Raúl Rosende. Rueda presentó el concepto del proyecto, el marco jurídico que lo sustenta y las medidas que el Estado tomará.

Más allá de la disposición del Gobierno y de las FARC para organizar está reunión, ha habido sectores que rechazaron el encuentro. El exministro del Interior y miembro de la oposición colombiana, Juan Fernando Cristo, explicó que los acuerdos de paz son «necesarios», pero consideró importante «establecer claras diferencias» entre las organizaciones políticas y los grupos guerrilleros.

Pese a las críticas, el Partido Comunes, integrado por disidentes de las FARC, enfatizó en un comunicado que «el diálogo es el camino» y que, más allá de la oposición de algunos sectores, si se logra que todas las personas en Colombia abandonen las armas, se estará «construyendo una gran nación». Por esa razón, junto al Gobierno, ha mostrado su intención de seguir avanzando en los diálogos para iniciar los procesos de paz.