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Quién es el nuevo outsider de la política venezolana

Tomada de congressoemfoco.uol.com.br

Más que el candidato, es el plan de gobierno el que puede convertirse en un outsider que enamore a la gente, subraya el consultor político Luis Medina. El giro en la política podría ser otro outsider, considera el dirigente Nelson Chitty La Roche

Vanessa Davies

¿Y si el outsider para Venezuela del que todo el mundo habla y al que más de uno le apuesta no fuese una persona con dos ojos, una nariz y una boca? Al menos siete de cada 10 venezolanos no se identifican como oficialistas ni como opositores, y sería difícil que los enamore un rostro no necesariamente nuevo (la sorpresa del outsider) o uno tradicional pero sometido a cirugía plástica (insider).

En el terreno de las especulaciones un outsider puede ser un empresario como Lorenzo Mendoza, un científico como Enrique López-Loyo, un músico como Gustavo Dudamel, un deportista como Antonio Díaz. El outsider también puede ser un documento de Word, 25 cuartillas impresas, un libro, un folleto. Porque, como lo plantea el consultor político Luis Medina, esa figura que irrumpe en la política posiblemente no es una persona, sino un proyecto. 

Enamorarse, primero, del proyecto

Tarea titánica: Hay que construir una oferta electoral atractiva para los venezolanos y en condiciones adversas, señala Medina. En su opinión cada ciudadano necesita razones para salir a votar ese domingo de las elecciones presidenciales, y el mejor alimento puede ser un plan de país con el cual se comprometa el candidato unitario de las fuerzas democráticas, el que resulte de un proceso de primarias.

El voto, apunta, es emocional y no racional. “Primero me enamoro del proyecto y de la propuesta”, y después, de la persona. Las ideas “son siempre las mismas”, y hay que reempaquetarlas para que tengan un sentido nuevo.

“Te pregunto: ¿Qué es vivir bien para ti? Educación para mis hijos, salud para cuando me enferme, seguridad social. Una casa digna”, enumera. “¿Eso es de izquierda, de centro, de derecha? Es la idea de toda sociedad. Yo la reempaquetaría y convertiría el plan de gobierno en algo disruptivo. Que el plan sea el outsider”, responde a Polítika UCAB.

Con varias décadas de experiencia en el mundo político venezolano, Nelson Chitty La Roche recuerda que un outsider “es alguien que no se espera, que no está entre los más conocidos”; refiere, también, que el camino para conquistar a la población rumbo a 2024 comienza con una propuesta que rompa el molde. La Roche, jefe del comando de campaña de la Concertación Ciudadana, evalúa que el proyecto que puede captar la atención mayoritaria “es la reivindicación ciudadana”; como lo puntualiza a Polítika UCAB, “esto no es de partidos ni de personajes que se endiosan y se creen indispensables”.

“Una vida normal” es la frase usada por los venezolanos hartos de beber agua turbia, convivir con cortes eléctricos, no saber si la paridad cambiaria se disparará, mantenerse en la línea de flotación con no pocos sobresaltos. Regresar a “una vida normal” es la meta que, a juicio de Chitty La Roche, movilizaría a la población. En otras palabras, la promesa de poder acceder a una vivienda, un vehículo, estudios y tiempo de ocio. 

Algo disruptivo como un perdón por wasap

En un mundo en el que parece que persisten pocas ilusiones y menos esperanzas, hay que salirse de la línea y sembrar las semillas de otra manera. Lo que sugiere Luis Medina -en la construcción del nuevo outsider- es lo que califica como “un acto disruptivo”: que la oposición pida perdón por los errores cometidos. ¿Que no tiene los canales para hacerlo, debido a la hegemonía comunicacional amarrada desde el poder, al cierre de medios de comunicación? “Por redes sociales”, responde. “¿Quién no tiene wasap en este país? ¿Quién no tiene Facebook?”. 

Su consejo: Grabar un mensaje en el que se diga “soy fulano de tal y pido perdón”, en el cual el dirigente se comprometa a no repetir las equivocaciones. “Es el primer paso para recuperar la credibilidad”. 

Medina, absolutamente opuesto al chavismo, pone el ejemplo de las palabras empleadas por Hugo Chávez cuando se rindió públicamente después del fracaso del alzamiento del 4 de febrero de 1992. “En todas las escuelas de marketing político electoral, en el capítulo dedicado a los discursos, están los 27 segundos del 4 de febrero de 1992”, comenta. ¿Por qué? “Porque en un país en el que todo el mundo ‘escurría el bulto’ salió un tipo a decir ‘yo soy responsable’. Hay un reconocimiento del éxito del otro, al decir que los otros lo hicieron bien y admitir ‘yo fui el que no cumplió’. Chávez hace un llamado a la paz al pedir que depongan las armas”, describe. 

Todo lo que está contenido en esos 27 segundos, argumenta, “es poderosamente cautivador, e hizo a Chávez presidente”. El reto, 30 años después, es confeccionar un discurso que rompa los estereotipos y ponga sobre la mesa los temas que inquietan a la población… más que la agenda que interesa a los políticos.

La ciudadanización

Para Nelson Chitty La Roche, defensor de la idea de que es preciso un proyecto que sea asumido por un candidato y no al revés, lo más importante es la ciudadanización de ese proceso para construir una propuesta que funcione como outsider. Esto “implicaría que la gente se incorpore, ya no a una campaña electoral, sino a un proyecto de gobierno, a la militancia de la sociedad civil”.

El compromiso con un plan, además de la cohesión en torno a un lenguaje y unas ideas, permite levantar banderas de bien común que hoy iza un aspirante y mañana serían alzadas por otro político. De eso trata la ciudadanización que sugiere Chitty La Roche. “Puede venir un giro en la manera de hacer política, un giro en la manera de concebir un programa, un giro en el cual la gente deje de estar separada y a la espera de que otros decidan”.

-¿El outsider es el giro en la política?

-Así es. Creo que eso puede venir. Venezuela lo necesita. 

Si, como lo sostienen expertos en esta materia, la “política entra por los ojos”, el nuevo outsider, el proyecto, la forma diferente de hacer política, también deben aprobar un examen similar… Y, si no sacan 20 puntos, acercarse a la mejor evaluación posible. 

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