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El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, arribó a Brasil para iniciar su gira latinoamericana en medio del conflicto entre su país y Ucrania. Esta visita se produce tras el viaje del presidente brasileño, Lula da Silva, a China, donde criticó a Estados Unidos por «fomentar» la guerra en Europa.

«Habrá una nutrida agenda que incluye recepciones con los dirigentes de varios Estados y entrevistas con los ministros de Relaciones Exteriores», dijo el ministerio ruso en un comunicado sobre los viajes de Lavrov. En su planificación, además de Brasil, tiene pautado visitar Cuba, Nicaragua y Venezuela.

El objetivo del ministro es «fortalecer la cooperación mutuamente beneficiosa» entre Rusia y sus aliados latinoamericanos. Desde el Kremlin se busca consolidar los vínculos políticos, comerciales, económicos, educativos, humanitarios, culturales y de otros ámbitos que tiene en América.

«Está previsto plantear el refuerzo de las instituciones legales internacionales del mundo moderno, la estructura en la que se apoya la Carta de la ONU», reveló Lavrov.

Por su parte, Lula defendió en China la creación de una organización similar a la del G20 para negociar el fin de la guerra. Hasta ahora y tras más de un año desde el inicio de la invasión, ninguna de las partes ha logrado reunir y conciliar con todos los involucrados.