Conectar los puntos
Gustavo L. Moreno V. / 31 de julio de 2014
En el año 2005, el discurso de graduación de la Universidad de Stanford estuvo a cargo de, nada más y nada menos, Steve Jobs, creador de exitosas empresas de tecnología como lo son Apple, NeXT y Pixar. Algunos dicen que es uno de los discursos más inspiradores que se ha pronunciado. En él Jobs se pasea por algunas escenas de su propia vida, y de ellas rescata enseñanzas profundas, claves para el éxito. Tal vez en estos tiempos tan difíciles por los que atraviesa, no sólo nuestro país, sino el planeta casi que en su totalidad, es importante rescatar algunas ideas fundamentales de este discurso, especialmente la que Jobs llama “conectar los puntos”.
Steve Jobs plantea, palabras más palabras menos, que en situaciones de búsqueda, que muchas veces son caóticas, marcadas por el extravío, generalmente no somos capaces de entender las cosas que suceden, los caminos por donde transitamos, los espacios que habitamos, las luchas que emprendemos. Sin embargo, al pasar el tiempo y mirar para atrás vemos cómo esos diferentes puntos, que en su momento parecían absurdos, se conectan entre sí y van construyendo una narrativa con sentido. Esta imagen es especialmente importante porque supone la confianza en el presente, por más caótico que parezca. Pero no una confianza ingenua, sino una confianza comprometida con un “hacer” movido por aquello en lo que creemos, por aquello que “amamos”.
El país atraviesa por uno de sus momentos más caóticos. La crisis económica, política, social y ética es nuestro “cada día”. Muchos de nuestros esfuerzos, no solo de quienes no apoyamos a este gobierno, sino de aquellos que siempre se han identificado con él, se sienten traicionados, fracasados, y en este fracaso la imagen de un futuro cada vez más incierto y difícil se hace más nítida. Pareciera que estamos en un circo en donde todo es absurdo. Nos desilusionamos, muchos ven como la única “salida” Maiquetía. Otros se resignan a una especie de ostracismo doméstico, recluyéndose en los pequeños espacios de su mundo “privado”.
Y no es para menos. Si revisamos el artículo que hoy nos frece Mercedes Martelo, en su columna semanal Perspectiva 3.0, titulado “El paquetazo de Maduro y su gobierno”, nos aproximaremos a una sencilla comparación entre lo que han sido algunos de los más famosos “paquetazos” económicos que hemos tenido durante las últimas décadas, y su impacto en la economía nacional y en el empobrecimiento de la gente común y corriente. Sin embargo, cuando, junto a Martelo constatamos que el paquetazo de Maduro es mucho más capitalista y salvaje que, incluso el de CAP a finales de los ochenta, constatamos la gravísima situación económica, no solo por la que hoy atravesamos, sino la que se vislumbra a la luz de los vaivenes gubernamentales.
Este desastre económico lo deja muy claro Héctor Briceño, en su columna Posmonición Política. Esta semana nos ofrece un artículo titulado “La máquina de la pobreza”, en donde le da al término su justa dimensión, trascendiendo su connotación estrictamente vinculada a los niveles de ingreso, resaltando el asunto del desarrollo de las capacidades para la inclusión social digna, libre, que permita desarrollar la potencialidades individuales y, reproducir la felicidad y la calidad de vida, y no, como vemos hoy, reproducir la pobreza misma.
Es obvio que un panorama económico como el que presenciamos, no puede sino acarrear una profunda descomposición en términos políticos, incentivar las luchas por el poder, pues la gobernabilidad está en riesgo. Esto, tenemos tiempo presenciándolo, durante los últimos 6 meses ha sido muy evidente, y durante las últimas semanas, especialmente significativo. Ya Benigno Alarcón no ha hablado en varias oportunidades de lo que suponen los costos de tolerancia y los costos de represión, al final de cuenta, todo esto tiene que ver con la estabilidad democrática, con los riesgos de perder el poder, por parte del gobierno, por la posibilidad de acceder al poder, por parte de la oposición, etc. Sin embargo, hoy vemos dos bloques políticos que tratan de recomponerse, de reunificarse. En este sentido, Alarcón en su columna semanal El Faro, nos ofrece un excelente análisis sobre cómo se perciben hoy estos esfuerzos de reorganización de cada una de las fuerzas políticas: la encerrona de la oposición y el III Congreso de PSUV, del oficialismo. Su artículo titulado “La necesidad de otra unidad”, es un duro análisis sobre estos temas, especialmente cuestionadora para la oposición y la MUD, pero como siempre, con opciones para la acción y para el fortalecimiento no sólo de la oposición democrática, sino de la democracia en la oposición.
Por un camino similar nos invita Juan Manuel Trak a reflexionar en su columna semanal Enfoque Político. Allí nos dibuja algunos escenarios que se le plantean a la oposición de cara a mantener la lucha política por la democracia y por construir una salida institucional que permita redireccionar al país hacia otros derroteros. Su artículo de esta semana se llama: “O luchan unidos o mueren solos”, allí rescata la importancia de reconstruir la unidad, sobre prácticas profundamente democráticas y tácticamente estudiadas, que permitan una salida viable e institucional a la crisis política que vivimos.
Finalmente, nuestro último artículo de Opinión y Análisis de esta semana nos los ofrece Carlos Romero, en su columna Debate Ciudadano, allí se pregunta si “¿Es posible hablar de desarrollo municipal?”. Nos ofrece experiencias importantes de participación local para el desarrollo desde las instancias municipales.
En nuestra sección Recomendados, les ofrecemos, especialmente para estos tiempos de vacaciones que se inician, la lectura de dos libros de ensayo filosóficos, que han constituido verdaderos best seller en Europa. Se trata de La Sociedad del Cansancio y La Sociedad de la Transparencia del filósofo coreano-aleman Byung-Chul Han. Además del primer libro publicado por el Centro de Estudios Políticos de la UCAB: El desafío venezolano: continuidad revolucionaria o transición democrática. En películas recomendadas, los invitamos a ver: Distrito 9 (2009) y El Libertador (2014)
Con este edición Nº 33 de PolitiKa UCAB nos despedimos hasta el próximo mes de septiembre donde retomaremos nuevamente este espacio, sin embargo queremos invitarlos a todos a que este mes de merecido descanso para muchos, sea además un mes de reconstrucción de la esperanza, de las fuerzas para seguir en esta lucha que tanto nos mueve, de la lucha por la institucionalidad, la democracia y la gobernabilidad. El mayor enemigo es el desánimo, ese de sentir que nuestros esfuerzos no alcanzan las metas, y que se concreta muchas veces en ese comentario que a veces escuchamos en conversaciones cotidianas: “aquí no hay nada que hacer”. No, todo lo contrario, ahora es cuando “aquí” hay cosas por hacer, hay luchas que dar. Tal vez, como nos recuerda Steve Jobs, no le encontramos mucho sentido a esos sucesos puntuales, que percibimos fragmentados, sin sentido evidente a la luz del presente, pero sin duda alguna, nuestro compromiso cristalizará, y miraremos para atrás y veremos cómo este presente se conecta en puntos de sentido que harán posible el futuro al que aspiramos.
Los invitamos a escuchar, para quienes aun no lo han hecho, este extraordinario discurso del fundandor de Apple, Steve Jobs y con él cargarnos las pilas de la esperanza…
Desde PolitiKa UCAB les deseamos felices vacaciones, nos reencontramos en septiembre.
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