Espacio plural

Lo obvio por sabido se calla, y por callado se olvida

EP GC P

Pedro González Caro – 5 de diciembre de 2015

El 1 de diciembre se celebra cada año el Día del Sufragio Universal. Se trata de una conmemoración a todas aquellas personas que un día pusieron todo su empeño para conseguir el voto de las mujeres.

En el año 1931 el derecho al voto de las mujeres fue aprobado en España por las Cortes de la Segunda República. El 1 de octubre del 1931 el Pleno del Congreso aprobó por un total de 161 votos frente a 121 votos el artículo de la Constitución de la República mediante el cual se establecía el sufragio universal, es decir el derecho al voto de las mujeres.

En las Cortes en ese momento sólo había tres mujeres: Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken. Fue precisamente Clara Campoamor la que luchó encarecidamente para que las mujeres al igual que los hombres pudieran votar. Es muy destacable su discurso en las Cortes Españolas para conseguir que el voto femenino fuera real y efectivo.

EP PG Portada

El discurso de Clara Campoamor el 1 de octubre tuvo una gran repercusión en aquel momento. Su discurso estuvo lleno de elementos en los que se resaltaba la gran importancia que había tenido la mujer a lo largo de los años. En él recordaba que cada persona como hijo de sus padres, recibe por partes iguales de uno y de otro, y por ello es producto de dos seres.

La discriminación para ella no tenía cabida: «Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho».

Gracias a su insistencia y tenacidad el 1 de diciembre se aprobó la Constitución que contemplaba por primera vez el Derecho al Sufragio Universal, gracias a la cual las mujeres podían comenzar a votar. El derecho a voto de la mujer fue ejercido por primera vez en el año 1933.

El 5 de mayo de 1945 se conquista el voto femenino en Venezuela, ya son 70 años de lo que vendría a ser el primer paso para el ejercicio de los derechos ciudadanos, sociales y humanos fundamentales de las mujeres venezolanas.

EP PG 2

En estas cortas líneas  hablar de esta conquista parece ubicarnos en un escenario utópico en el cual «lo obvio por sabido se calla, y por callado se olvida”. El derecho al voto universal es un logro de incalculables proporciones, pero no se trata del derecho al voto, ni siquiera de si el voto es universal o secreto. La nueva lucha es por un voto dentro de un proceso justo, limpio y transparente. Nadie en Venezuela puede poner en duda que por más de 70 años el voto ha sido un derecho ejercido en forma universal directa y secreta. Sin embargo en pleno siglo XXI, en Venezuela la gente acude a ejercer el derecho callada, obediente, y reiteradamente lleno de desconfianza en el árbitro electoral, elegido con claras manipulaciones por una Asamblea Nacional que no representa la realidad social y política de nuestro país y que por razones inexplicables este arbitro se niega a la observación internacional calificada y dificulta las condiciones para mejorar los niveles de confianza transparencia y equidad que son la base fundamental del cualquier proceso democrático porque los derechos “por sabidos se callan”.

El derecho al voto universal no es igual a Democracia. La democracia es el gobierno de todos y para todos. No se limita a la participación en los procesos electorales, se construye colectiva y cotidianamente en distintas esferas de la vida social. El voto es un modo de participar en ella, de elegir el rumbo y la forma que queremos para nuestra Venezuela. El próximo 6 de diciembre los ciudadanos han sido nuevamente convocados a las urnas pero en esta oportunidad acudirán listos para exigir que su derecho no sea solo un saludo a la bandera, los venezolanos van a votar por su futuro, por el de sus hijos, votaran por su forma de vida. Alzaran su voz para exigir condiciones electorales mínimas, votaran pensando en sus ideales, por la posibilidad de un desarrollo sostenido con inclusión social para que todos y todas tengamos una vida digna; pero sobre todo votaran pensando en la patria que queremos. Siendo un acto político, su ejercicio implica sumarse al desafío de tomar decisiones que impactan directamente en nuestra sociedad y dejar muy claro que es el Estado quien esta al servicio del ciudadano y no al revés. Existen, además, otras formas de participación política que acompañan la construcción y el fortalecimiento de la democracia, como la militancia, la participación en centros vecinales o juveniles, las movilizaciones colectivas y diferentes formas de expresión, que garantizaran que el derecho al VOTO UNIVERSAL, no debe ser callado ni sumiso, porque los derechos “por callados se olvidan”

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s