
Sofía Torres
Eglée González Lobato y Andrés Caleca no pretenden crear un partido político ni tampoco sustituir a estas organizaciones con su propuesta: una plataforma ciudadana de pedagogía democrática, cuya constitución requerirá de tiempo.
González Lobato, doctora en Derecho y exconsultora jurídica del CNE , y Andrés Caleca, expresidente del CNE, expusieron en el Politikafé, de este martes 15 de septiembre, su idea de iniciar «un profundo movimiento de rescate de la democracia, que a través de la discusión y los acuerdos inclusivos, pueda promover el fortalecimiento de los partidos políticos, recuperar la institución del sufragio y frenar al régimen en sus pretensiones totalitarias.
Los expertos electorales, el pasado 03 de agosto, introdujeron ante el TSJ un amparo conjunto con acción de inconstitucionalidad, contra la normativa especial de las elecciones parlamentarias programadas para el 6 de diciembre de 2020, que ha sido respaldado por más de 8 mil 700 firmas.
Un sistema de control
Caleca aseguró que nuestra democracia siempre fue imperfecta, pero ese ideal, que permanece en el inconsciente colectivo, hay que recobrarlo para «defender los derechos humanos, económicos y asociativos de cada venezolano, y lograr el fin del militarismo».
Al ahondar en la propuesta ciudadana, explicó que se trata de un proyecto aglutinador en torno a un estilo de gobernanza, de esa democracia concebida como un sistema de control del gobierno. Agregó que esta iniciativa es una lucha de largo aliento, porque Venezuela está entrampada con un régimen que no es fácil de enfrentar.
«Vamos camino hacia el totalitarismo y hay que revertir esa situación. Hay que recuperar la independencia de los poderes, educar a la población sobre lo que verdaderamente significa la Asamblea Nacional, e impulsar el crecimiento de la sociedad civil con libertad. El chavismo ha arrasado con el tejido social, lo ha destruido con una eficiencia extraordinaria».
Caleca manifestó que es inadmisible la existencia de dirigentes sindicales condenados por tribunales militares por cumplir con sus deberes, el reiterado allanamiento de la inmunidad parlamentaria y la instauración de la práctica del exilio.
«Chapuza electoral»
El experto destacó que las elecciones deberían posponerse por razones operativas, técnicas y de salud pública. En ese sentido, apuntó que cerca del mes de diciembre pudiera reportarse una tasa de 14 mil contagios al día. Aunado a ello-prosiguió- está la imposibilidad técnica del CNE, «que ni con la mejor intención organizará algo distinto a una chapuza electoral; ni siquiera se pudo actualizar el Registro Electoral, llamaron a la gente a inscribirse y radicalizaron la cuarentena».
Entretanto, se preguntó quién entrena a las juntas electorales, al tiempo que expresó su inquietud por las máquinas de votación, que a 82 días de las elecciones, «nadie las ha visto». Detalló que aparentemente llegó un primer lote de máquinas al país, y el segundo, lo haría en noviembre, entonces, vuelve a preguntarse: ¿quién hará la auditoría de esos equipos y desarrollará el software?
Las alianzas del militarismo secular
Caleca considera que hay una alianza entre el militarismo secular, la rémora de la izquierda estalinista que quedó en Venezuela, y los sectores más atrasados de la sociedad, que incluyen grupos delictivos locales y extranjeros, «esos que Marx llamó el lumpen».
Advirtió que si el país sigue resistiendo los embates de esta alianza, entrará en un modelo similar al de Corea del Norte, y señaló que ese militarismo secular, que viene desde los inicios de la república, nos ha conducido al estado actual de postración, caos generalizado y disolución fronteras adentro.
«Es el momento de señalar caminos distintos, de recuperación, de reunificación de toda la nación en su conjunto. Un 80% de la población no se identifica con ninguna fórmula política, el chavismo dejó de existir , es una nomenclatura desbandada en sus bases sociales».
El pueblo escribe su futuro
Eglée González Lobato, también directora de la Cátedra Libre Democracia y Elecciones UCV, inició su intervención evocando a «uno de los hombres más importantes del siglo XX», Adolfo Suárez, primer presidente de la España democrática y quien en su discurso inaugural ante las cortes constituyentes, declaró que el futuro de su país no estaba escrito, porque solamente el pueblo podía escribirlo.
González Lobato expresó que Suárez aludía a dos elementos esenciales en la democracia: el pueblo y la incertidumbre en los procesos electorales, donde solo el pueblo define los resultados.
En un recuento de acontecimientos vinculados al próximo 6 de diciembre, narró que el CNE convocó las elecciones legislativas y dictó unas normas especiales para su realización: eliminó el voto universal, secreto y directo de la población indígena, creó una nueva lista nacional para la adjudicación de 48 diputados, que no representan ningún territorio específico, aumentó el número de parlamentarios, de 167 a 277, y no contempló en el cronograma electoral las elecciones internas de los partidos políticos. «Todo representa una escandalosa violación a la Constitución», precisó.
A estas normas, acotó, se sumaron las sentencias del TSJ que acordaron desplazar la junta directiva y simbología de Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular, «organizaciones que representan lo que expertos han denominado la oposición institucional». «Todo lo que precede esta elección es contrario a los que señalaba Adolfo Suárez, pueblo e incertidumbre en los resultados», puntualizó la abogada.
«Cuando un amplio grupo de partidos anunció la no participación, que se asocia a la abstención, se reprodujo frente a nuestros ojos el 2005 y 2018, dos eventos que se podrían evaluar como un fracaso de las fuerzas políticas, cuyo mayor precio lo pagó la sociedad. El voto sufrió una mutación tan grande, que de una bandera de lucha por las libertades políticas pasó a ser una barajita de intercambio de víveres».
González Lobato dijo que bastaba con ver cómo estaba diseñado el sistema electoral para saber el resultado, y esa compleja situación los impulsó a introducir el amparo conjuntamente con acción de inconstitucionalidad.
Un compromiso por el país
«No se está haciendo política, se está conciliando con el gobierno, socavando la voluntad de los ciudadanos. No puede ser que se vaya a una elección sin cambio político, y unos pocos se repartan cargos, a expensas del sufrimiento de la gente. Trabajaremos el recurso para que suspendan ese evento electoral, y así promover la inclusión y la motivación ciudadana para expresarse».
González Lobato argumentó que habrá un cambio si se logran posponer las elecciones a un día distinto al 6 de diciembre, y que se debe llegar a acuerdos y compromisos, y para ello es importante el apoyo de la comunidad internacional, especialmente el de la Unión Europea y las Naciones Unidas. Ambas, agregó, pudieran contar con misiones de observadores, capaces de generar incentivos para cumplir los compromisos adquiridos y disuadir en caso de incumplimientos.
«De suspenderse la elección estaremos ante un hecho histórico y eso nos compromete a todos. Esa suspensión es un compromiso por el país, de gremios, sindicatos, militares, academia, oposición y oficialismo», concluyó la analista.
Vea aquí el Politikafé:
https://ucab.zoom.us/rec/share/7m7TR9YuZKBWS2ZwzHJwsWwxSYMp6ZJgsrtZCUvN-4JS5NLsuD7rcNeQvB92vm0D.IDxNFx3_jFZ5Zwkm
Categorías:Noticias, PolitiKafé